
Los lacteos, la fuente mas eficiente de calcio para nuestros huesos, se hán convertido desde hace algun tiempo en las victimas en una corriente de opinion que quiere colocarlos como el origen de todos los males.
Que si engordan, que si todos somos intolerantes, que si se puede vivir sin ellos … Sin embargo, cada ves mas estudios estan revelando que su mala fama es injusta, y que contrariamente a lo que se piensa, podrian ser unos grandes aliados de nuestra salud metabólica.
Las dos ultimas investigaciones sonbre esta linea, han visto la luz. La más pequeña investigacion y publicada en «Applied Physiology, Nutrition and Metabolism» determino que los lacteos pueden reducir el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2. El origen de esta protección estaria, según los investigadores, en el ácido Transpalmitoleico, presente de forma natural en la grasa de la leche, queso, yogurt y mantequilla, que han demostrado recientemente beneficios para la salud. En concreto, en este estudio, su presencia en sangre se relaciono con una menor presión sanguínea en hombres y mujeres y menor peso corporal en hombres. Además, se asoció con un menor nivel de glucosa en sangre.
La otra investigación, de menor tamaño, presentada en la Asociación Europea para el estudio de Diabetes, incluyo a 26.930 individuos entre edades de 45 y 75 años a los que se siguio durante 14 años. La conclusión a la que llegaron es que las personas con mayor consumo de lacteos enteros (ocho o más porciones al día) tienen un 23% menos riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 que aquellos con la ingesta más baja (1 o menos porciones al dia) una protección que no se detecto con los productos bajos en grasa.
«Nuestros resultados sugieren que es la grasa de los lacteos la que esta detras de este efecto protector, pero es un estudio observacional y podria haber otros efectos compartidos por las personas que toman gran cantidad de lacteos enteros, que explicasen esta relación. Se necesitan más estudios.» Doctora Ulkira Ericson del Centro de Diabetes de la Universidad de Lund, Malmoe – Suecia y autora principal del estudio.
Sin embargo el consumo ELEVADO de carne, que al igual que la leche, contiene grasa saturada, sí se asocio con mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Este estudio podria ser una confirmación de lo que ya vienen sospechando los expertos, que no todas las grasas saturadas son igual de perjudiciales.
«Es un reduccionismo hablar en nutrición de que la grasa saturada es mala cuando en un alimento hay 400 componentes. Hay que ir olvidandose de los macronutrientes y pensar más en alimentos como unidad relevante de análisis en epidemiología nutricional. LA LECHE NO ES SOLO GRASA SATURADA, TAMBIEN PÉPTIDOS, MAGNESIO, CALCIO … HAY MUCHO MÁS QUE ESTUDIAR», señala el profesor Miguel Angel Martínez, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Publica de la Universidad de Navarra.
Uno de los productos en los que se encontró una asociasión inversa más fuerte en el estudio sueco fue el yogur. Precisamente una investigación dirigida por el profesor Miguel Angel Martínez y publicada en «Nutrition, Metavolism and Cardiovascular Diseases» concluyo que un alto consumo de yogur (almenos 7 unidades a la semana) se asocia con un menor riesgo de obesidad. Una de las teorias que baraja el investigador para explicar esta relación es que una mayor absorción de calcio puede reducir la formación de nuevo tejido adiposo e incrementar el metabolismo del tejido adiposo ya formado.