La obtención de células progenitoras de riñón, capaces de dividirse indefinidamente en el laboratorio, por parte de un grupo de científicos abre la puerta a la posibilidad de crear riñones trasplantables y a aplicar la terapia celular a órganos cuya función está disminuida. Según los autores del estudio, publicado en ‘Cell Stem Cell’, los intentos anteriores para mantener cultivos de células progenitoras -precursoras de un órgano- de riñón habían resultado fallidos, «ya que las células morían gradualmente o perdían su potencial de desarrollo en lugar de permanecer en un estado precursor médicamente útil».
El descubrimiento se basó en la utilización de un cultivo donde las células podían crecer en un entorno tridimensional, lo cual ha permitido conservar las CPN (células progenitoras de nefronas) durante más de quince meses. Además, los científicos demostraron que cuando se trasladaban las células a nuevas condiciones, podían entonces ser inducidas a convertirse en estructuras similares a nefronas -unidad funcional del riñón- tanto en el laboratorio como al ser implantadas en animales.
Según la investigación, es la primera vez que se consigue conservar un cultivo de CPN, lo que supone un gran espaldarazo a la investigación básica y traslacional sobre el desarrollo de las enfermedades renales y un paso más hacia la posibilidad de crear un riñón trasplantable. Las CPN, al menos en seres humanos, solo existen durante una breve etapa de desarrollo embrionario, ya que posteriormente pasan a formar nefronas, las unidades funcionales del riñón, responsables de la filtración de la sangre y excreción de orina. Los adultos por tanto no tienen CPN restantes para hacer crecer nuevo tejido renal después de un daño o enfermedad, por lo que la regeneración en el laboratorio, creen los científicos, ofrecerá una nueva forma de estudiar el desarrollo del riñón y permitirá, a largo plazo, el tratamiento de enfermedades renales.
Los científicos ahora investigan cómo cultivar los otros tipos de células progenitoras que se requieren para un riñón completo, además de las nefronas formadas a partir de CPN. Existen células progenitoras que trabajan juntas para hacer un órgano completo, lo que significa que si se pudieran cultivar estas células se estaría más cerca de poder construir riñones trasplantables.