
Las primeras evidencias de la existencia de la cabra datan del Neolítico, sin embargo su relación con el ser humano se remonta hasta 8000 años A.C. en pinturas rupestres encontradas en los montes Sagros, situados en el suroeste de Asia, pero aún está oscuro el inicio de su domesticación. A pesar de la antigüedad de su relación con el hombre, la cabra no ha evolucionado tanto como lo han hecho los otros rumiantes domésticos, por lo que conserva ciertas características anatómicas, fisiológicas y de comportamiento, como vestigios de su origen salvaje.
La cabra ha sido deificada por diversas culturas a lo largo de la historia, entre otras la Griega, en cuya mitología se habla de una llamada Amaltea que amamantó a Zeus (Júpiter), el padre de los dioses. Asimismo existían otros personajes mitológicos denominados sátiros, que eran individuos con el cuerpo de la cabra y la cabeza y tronco de humano. Por otro lado, es importante mencionar que en la Biblia, esta especie animal es citada con frecuencia junto con la ovina.
Tradicionalmente se ha considerado al ovino y al caprino especies muy semejantes y de hecho, los avances científicos y tecnológicos que se han alcanzado en el ovino, por lo general se extrapolan a la cabra en muchos aspectos. Sin embargo es muy importante enfatizar que la especie caprina y la ovina presentan más diferencias que semejanzas y por lo tanto su manejo con fines productivos debe realizarse en forma particular.
Muchas de las características, tanto anatómicas como fisiológicas y de comportamiento de los caprinos serán tratados más adelante, sin embargo se mencionan algunas diferencias entre los géneros Capra y Ovis:
La cabra es un animal poco gregario en comparación con el ovino, es decir que a pesar de que se maneja en grupos, tiende a ser independiente. Por otro lado, la cabra ha desarrollado en el transcurso de su evolución un miedo singular al agua debido a que su hábitat de origen es en terrenos irregulares y montañas escarpadas, donde
la presencia de lluvias la pone en peligro de resbalar y caer. Otra característica importante es la habilidad que tiene esta especie para remonear con alta frecuencia, para consumir su alimento, situación que le otorga un lugar
privilegiado dentro de los rumiantes, por tener acceso a porciones vegetales a las que el bovino y el ovino no pueden llegar.
El nombre científico de la cabra es: Capra hircushircus.
SITUACIÓN DE LA CAPRINOCULTURA A NIVEL MUNDIAL
Hoy en día la población caprina se distribuye geográficamente en una franja comprendida entre trópicos de cáncer y capricornio, en donde se encuentran por un lado la mayor parte de las zonas áridas y semiáridas del mundo y por otro lado, gran cantidad de países subdesarrollados, que coincidentemente son los que poseen el mayor número de cabezas de cabra. La población caprina mundial en el año de 1989, de acuerdo a la FAO, fue estimada en 526.44 millones de cabezas.